En un hito para la seguridad nacional, las Fuerzas Armadas ecuatorianas recibieron el 28 de octubre un primer lote de armas incautadas a redes de tráfico ilegal, destinadas a grupos criminales en el paÃs. La entrega incluyó 122 fusiles y 48 pistolas decomisados en operaciones en las islas Galápagos, con el compromiso de recibir hasta 50.000 municiones adicionales en los próximos dos meses.
Durante la ceremonia simbólica realizada en Guayaquil, el capitán de fragata Mario Bonilla, jefe de control de armas del Comando Conjunto en Guayas, indicó que el armamento será distribuido entre las tres ramas de las Fuerzas Armadas —Ejército, Armada y Fuerza Aérea— y se destinará prioritariamente a las unidades desplegadas en áreas de alta incidencia criminal, como Guayaquil y Durán.
El presidente Daniel Noboa, presente en el evento, resaltó la importancia de esta transferencia para el combate contra las organizaciones criminales, subrayando que el armamento es de calibre militar y cuenta con un alcance efectivo de hasta 900 metros, adecuado para las operaciones de seguridad en zonas priorizadas.
Las autoridades esperan acelerar el proceso de transferencia de armas incautadas, que hasta ahora ha sido lento debido a los requerimientos legales. De acuerdo con Bonilla, el marco legal aprobado en la Consulta Popular de abril de 2024 permitirá una entrega más rápida del armamento decomisado para su uso en operativos de seguridad.
Con el traspaso de estos lotes de armamento, las Fuerzas Armadas buscan fortalecer sus operaciones contra el crimen organizado en áreas urbanas crÃticas. En paralelo, más de 700 militares han sido asignados a patrullajes en Guayaquil y al control de centros penitenciarios en la ciudad, especialmente ante los apagones y el aumento de la inseguridad en ciertos distritos.