La crisis eléctrica en Ecuador se agrava con el descenso crítico en los niveles de agua de los embalses de Mazar y Amaluza, claves para la generación de electricidad en el país. Los pronósticos no son alentadores y las reservas de agua disminuyen a un ritmo preocupante.
En medio de la crisis energética que atraviesa Ecuador, los embalses de Mazar y Amaluza, fundamentales para la generación hidroeléctrica del país, han alcanzado niveles alarmantes. El embalse de Mazar, que abastece a tres hidroeléctricas (Mazar, Paute-Molino y Sopladora), registró el 8 de octubre de 2024 un nivel crítico de 2.115 metros sobre el nivel del mar. A las 12:00 del 12 de octubre, la cota de Mazar descendió a 2.113,39 metros, apenas 78 centímetros por encima del nivel registrado el 9 de octubre. De continuar el descenso, la primera hidroeléctrica, Mazar, podría salir de operación al tocar los 2.110 metros sobre el nivel del mar, dejando al país sin 170 megavatios de energía eléctrica.
El efecto en cadena sería devastador, ya que Mazar abastece al reservorio de Amaluza, el cual provee agua a las hidroeléctricas Paute-Molino y Sopladora. Al 12 de octubre, Amaluza registraba un nivel de 1.980,62 metros, a solo 2,62 metros de su nivel mínimo operativo de 1.978 metros. Si las lluvias no llegan en los próximos días, la situación podría empeorar rápidamente, afectando el suministro eléctrico a nivel nacional.
El embalse de Mazar, construido entre 2005 y 2016, es el segundo más grande del país, con 31 kilómetros de extensión, y fue diseñado para ampliar las reservas de agua durante los periodos de estiaje. Sin embargo, la temporada seca de 2024 se adelantó, iniciando en septiembre, lo que ha complicado aún más la capacidad de recuperación del embalse. Para revertir la situación, se necesitarían entre 10 y 15 días de lluvias torrenciales, las cuales, hasta ahora, no se han presentado.
Las autoridades y la ciudadanía están en alerta ante la posibilidad de apagones prolongados si los niveles de agua continúan descendiendo, afectando tanto a la economía como al bienestar de los ecuatorianos.
