En Nueva Prosperina, un distrito al noroeste de Guayaquil, Ecuador, las bandas criminales están reclutando menores de edad desde los 12 años, atrayéndolos con la promesa de casas y manteniéndolos en deuda con la organización. Estas "aulas criminales" son utilizadas para entrenar a los jóvenes en actividades delictivas como el narcotráfico, el cobro de extorsiones y el sicariato. La Policía ha destruido varias de estas casas y ha intensificado los operativos en la zona.
Las bandas criminales en Nueva Prosperina han encontrado una nueva forma de reclutar a jóvenes y adolescentes, ofreciéndoles casas que han sido arrebatadas a sus propietarios legítimos. Una vez que los menores están involucrados en la organización, se les introduce gradualmente al mundo criminal a través del expendio de drogas, el cobro de extorsiones, el reclutamiento de otros adolescentes y el sicariato.
El coronel Roberto Santamaría, jefe de Policía del distrito Nueva Prosperina, ha calificado a estas casas como "aulas criminales" y ha advertido que serán destruidas. La Policía ha utilizado explosivos para demoler varias de estas casas en un área montañosa difícil de acceder, donde los criminales pueden ver de lejos los operativos y tienen múltiples vías de escape.
Según la Policía, el sector está dominado por la banda criminal Los Choneros, que ha establecido polígonos clandestinos como "escuelas de sicarios". Otra banda criminal, Los Fatales, opera en un sector cercano y comparte el mismo símbolo que Los Choneros.
La Policía ha intensificado los operativos en la zona y ha logrado recuperar y devolver más de 130 casas a sus propietarios en lo que va del año. Sin embargo, el reto sigue siendo grande, ya que se estima que las familias desplazadas pueden llegar hasta 5.000 en el noroeste de la ciudad.
La secretaria nacional de Asentamientos Irregulares, Evelyn Montalván, ha llamado la atención sobre las adjudicaciones de terrenos otorgadas por el Municipio de Guayaquil en el sector y ha pedido una mayor presencia y patrullaje militar a lo largo del canal de trasvase Daule-Chongón.
A pesar de los esfuerzos de la Policía, el distrito de Nueva Prosperina sigue siendo uno de los más violentos de Guayaquil, con una caída del 64% en las muertes violentas en lo que va del año. Sin embargo, la mayor parte de los homicidios intencionales recientes en el noroeste de Guayaquil tienen una marca común: el impacto de tres o cuatro disparos en la cabeza, lo que indica una consigna y un entrenamiento en las "aulas" criminales.