En 14 meses, Daniel Noboa ha propuesto nueve cambios a la Constitución, desde bases militares extranjeras hasta prisión preventiva, pero en Chimborazo y el país, la pregunta resuena: ¿solucionan la crisis o distraen de ella?
Desde que asumió la presidencia, Daniel Noboa ha planteado nueve reformas constitucionales, muchas lanzadas en medio de crisis como apagones o inseguridad. Tres ya fueron aprobadas en abril de 2024: el apoyo de las Fuerzas Armadas a la Policía, la extradición de ecuatorianos y la creación de jueces constitucionales especializados. Sin embargo, el trabajo por horas y el arbitraje internacional fueron rechazados por los votantes. Otras propuestas, como el retorno de bases militares extranjeras (anunciada el 16 de septiembre de 2024 entre cortes de luz), el fin del financiamiento a partidos políticos (20 de septiembre) y la eliminación de derechos prioritarios a presos (6 de noviembre), han generado polémica. La más reciente, del 10 de febrero de 2025, busca endurecer la prisión preventiva contra el terrorismo y el crimen organizado.

La Corte Constitucional dio luz verde a las reformas sobre bases militares y partidos políticos, que ahora debate la Asamblea, mientras la de prisión preventiva está en revisión. Sin embargo, la eliminación de derechos a presos fue rechazada como regresiva. El constitucionalista Santiago Machuca critica que estas reformas no atacan la raíz de la crisis económica, política y de seguridad, calificándolas de insuficientes frente a la necesidad de políticas concretas.