Un escalofriante panfleto atribuido a la banda delictiva “Los Tiguerones” ha generado alarma entre los comerciantes de El Fortín, un barrio en el noroeste de Guayaquil. En el documento, los criminales exigen el pago de la llamada “vacuna”, amenazando con ataques violentos, incluyendo bombas y ráfagas de bala, si no se cumple con su demanda.
El contenido del panfleto, difundido ampliamente en redes sociales, revela una advertencia espeluznante dirigida a los habitantes y comerciantes de El Fortín. Firmado presuntamente por “Los Tiguerones”, una banda delictiva conocida en la zona, el mensaje insta a las víctimas a pagar la extorsión bajo la promesa de recibir "seguridad completa".
“Queremos que nos colabore, te tenemos ubicado vigilado; tengo ojos en todos lados. Ha habido casos que las personas han hecho caso omiso y hemos procedido de mala manera. Todo lo que has construido en años se puede volver nada de un bombazo y ráfagas de bala”, señala el texto.
El documento también menciona que esta sería la “segunda advertencia”, dejando claro que no dudarán en actuar si no reciben la cooperación exigida. Además, incluyen un número de teléfono para coordinar los pagos y finalizan con una amenaza directa contra las familias de quienes se nieguen a cumplir.
El Fortín, ubicado dentro del Distrito Nueva Prosperina, es uno de los barrios más peligrosos de Guayaquil, donde la violencia y el crimen organizado han cobrado fuerza en los últimos años. Según datos oficiales, enero de 2025 registró 700 muertes violentas a nivel nacional, la cifra más alta desde que existen registros. Este incremento refleja la crisis de seguridad que enfrenta Ecuador, especialmente en ciudades como Guayaquil, epicentro de enfrentamientos entre bandas criminales.
Las autoridades han identificado a “Los Tiguerones” como una de las organizaciones responsables de actividades ilícitas en la zona, incluyendo extorsión, sicariato y tráfico de drogas. Su modus operandi incluye el uso de amenazas explícitas para intimidar a comerciantes, transportistas y residentes locales.
La denuncia ciudadana sobre este panfleto ha generado indignación y temor en redes sociales, donde usuarios han compartido imágenes del documento y han pedido intervención inmediata de las autoridades. Muchos comerciantes afectados temen represalias si denuncian o no cumplen con las exigencias de los delincuentes.
Amenaza de los Tiguerones (Redes Sociales) |
Por su parte, las autoridades han reconocido la gravedad del caso y han anunciado operativos especiales en El Fortín y zonas aledañas para identificar y desarticular a los responsables. Sin embargo, la falta de confianza en las instituciones de seguridad sigue siendo un obstáculo para que las víctimas colaboren abiertamente con las investigaciones.
Este tipo de amenazas no solo busca obtener recursos económicos, sino también sembrar terror en las comunidades afectadas. Los comerciantes y residentes de El Fortín viven bajo constante presión, sabiendo que cualquier paso en falso podría poner en riesgo sus vidas y las de sus familias.
Además, el mensaje de “ojos en todos lados” refuerza la sensación de vigilancia permanente y control territorial por parte de las bandas criminales. Este fenómeno ha convertido a barrios como El Fortín en verdaderas zonas de sombra, donde el Estado tiene una presencia limitada y los delincuentes imponen sus propias reglas.
El gobierno ecuatoriano enfrenta una creciente presión para abordar la crisis de seguridad que afecta a Guayaquil y otras ciudades del país. Aunque se han implementado medidas como operativos policiales y militares, estas acciones aún no logran erradicar las estructuras criminales que operan en estos sectores.
Para combatir este flagelo, expertos sugieren una estrategia integral que incluya no solo operativos de seguridad, sino también programas de reinserción social, generación de empleo y fortalecimiento institucional. Mientras tanto, los habitantes de El Fortín y otros barrios afectados continúan viviendo bajo la sombra del miedo y la incertidumbre.