Redes sociales, el terreno clave de las elecciones 2025: ¿Campaña anticipada o simple estrategia digital?
A poco más de un mes para el inicio oficial de la campaña electoral en Ecuador, los candidatos presidenciales de 2025 despliegan su estrategia en redes sociales, moviéndose en la delgada línea entre promoción legítima y precampaña anticipada. Comidas, juegos y bailes se convierten en herramientas para captar la atención del electorado, sin que estas acciones sean observadas o sancionadas por las autoridades electorales.
De acuerdo con el artículo 278 del Código de la Democracia, la precampaña es una infracción electoral grave, sancionada con multas económicas, destitución e incluso la suspensión de derechos de participación. Sin embargo, la normativa también abre una puerta ambigua: el artículo 208 permite a los partidos políticos difundir sus planes de gobierno entre la convocatoria de elecciones y el inicio de la campaña oficial.
Esta laguna legal ha permitido a los postulantes aprovechar sus redes sociales para ganar visibilidad. Según Andrés Jaramillo, estratega de comunicación, "los candidatos han optado por un enfoque en visitas, discursos y actividades que los muestren como opciones viables, aunque esto no necesariamente les otorga una ventaja significativa".
El Consejo Nacional Electoral (CNE), liderado por Diana Atamaint, enfrenta limitaciones en el control de estas prácticas. La ley no considera las redes sociales como medios digitales sujetos a observación, dejando al organismo prácticamente atado de manos frente al creciente protagonismo de estas plataformas en la política. Sin embargo, los gastos en pautas publicitarias sí son monitoreados para el cálculo del límite de gasto electoral.
Mientras tanto, los expertos advierten que la falta de regulación clara en este ámbito podría derivar en un aumento de estrategias digitales difíciles de fiscalizar, con lo que se refuerza la necesidad de una actualización legislativa que contemple el rol de las redes sociales en los procesos electorales.