Ecuador enfrenta una crisis ambiental sin precedentes, ya que los incendios forestales han devastado vastas áreas de cobertura vegetal en 21 provincias. Con Loja como la más afectada, las pérdidas económicas y ecológicas son alarmantes.
Las épocas de sol en Ecuador durante este año han estado marcadas por un clima seco y vientos fuertes, condiciones que han propiciado la proliferación de incendios forestales. Desde el 1 de enero hasta el 9 de septiembre de 2024, se han registrado 118 incendios en Loja, donde se han quemado 14.465 hectáreas de bosques, pastizales, huertos y otras áreas naturales.
Uno de los incendios más devastadores tuvo lugar en Quilanga, donde se perdieron más de 7.600 hectáreas entre el 23 de agosto y el 2 de septiembre. Este incendio causó estragos en el sector agrícola, afectando 128,5 hectáreas de cafetales, 6,5 hectáreas de huertos y 200 hectáreas de semilleros de café. La Prefectura de Loja estima que las pérdidas económicas ascienden a USD 25 millones.
Otras provincias también han sufrido las consecuencias de estos incendios. Azuay ocupa el segundo lugar con 4.423 hectáreas quemadas en 369 incendios, seguido de Pichincha con 2.555 hectáreas en 782 incendios. Carchi y Imbabura también reportan daños significativos, con 2.307 y 1.620 hectáreas afectadas, respectivamente.
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos ha informado que los incendios han impactado a 285 personas, dejando 11 heridos y afectando 19 viviendas, de las cuales cuatro han sido destruidas. Además, se han perdido 27 bienes privados, un bien público, y 6.199 animales han muerto, sumando un total de 29.812 hectáreas de cobertura vegetal quemadas en el país.