Ecuador enfrenta una crisis eléctrica cada vez más grave, y el sistema energético nacional está al borde del colapso. La falta de 1.080 megavatios de potencia, necesarios para satisfacer la demanda del país, amenaza con provocar nuevos racionamientos de luz en los próximos meses, según informes del Operador Nacional de Electricidad (Cenace).
A pesar de la contratación de una barcaza turca de generación eléctrica, que costó al país 114 millones de dólares, los especialistas advierten que esta medida no es suficiente para paliar la crisis. Diego Morales, presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos de Azuay, sostiene que este recurso apenas aporta un 10% del déficit eléctrico. La barcaza, con una capacidad de 100 megavatios, no resuelve el escenario crítico que atraviesa Ecuador, y su operación, programada para el 13 de septiembre de 2024, es solo un paliativo temporal.
Caída del Embalse Mazar: Aumento del Riesgo de Apagones
Uno de los indicadores más preocupantes es el nivel de agua en el embalse de la hidroeléctrica Mazar, que ha ido disminuyendo a un ritmo alarmante. Desde el 1 de septiembre de 2024, el nivel ha caído en casi un metro por día, lo que pone en peligro la generación de energía en el principal complejo hidroeléctrico del país. De seguir esta tendencia, el país podría enfrentar cortes de luz similares a los ocurridos en 2023.
El embalse de Mazar alimenta a tres centrales hidroeléctricas que producen el 38% de la energía del país. Sin embargo, si el nivel de agua continúa descendiendo, se pondrá en riesgo el funcionamiento de las turbinas y, eventualmente, habrá que detener la operación para evitar daños irreparables.
Escenario Crítico: ¿Habrá Nuevos Apagones en Ecuador?
La combinación de la sequía prolongada, la disminución de importaciones de energía desde Colombia, y los bajos niveles de agua en los embalses hidroeléctricos han creado una tormenta perfecta en el sector eléctrico de Ecuador. Los especialistas señalan que, sin una intervención rápida y efectiva, los apagones programados volverán a ser una realidad en el país, tal como ocurrió a finales de 2023 y principios de 2024.
El Gobierno de Daniel Noboa enfrenta la difícil tarea de garantizar el suministro eléctrico en medio de un escenario de alta demanda y poca oferta, agravado por las restricciones impuestas por Colombia y la lenta recuperación de las termoeléctricas locales. Los próximos meses serán clave para evitar una nueva ola de apagones que afecte a millones de ecuatorianos.