En un inesperado giro de los acontecimientos, Franklin Encalada presentó su renuncia como ministro de Salud la mañana del 14 de junio de 2024. Su dimisión llega en medio de una serie de críticas y controversias que han empañado su gestión al frente de la cartera de Salud.
Encalada, quien fue uno de los primeros nombres confirmados por el presidente Daniel Noboa para su gabinete, aseguró en su carta de renuncia haber cumplido "con las metas que nos propusimos en beneficio de salud de los niños, mujeres embarazadas, adultos mayores, población vulnerable que, sin discriminación, recibieron atención preventiva y curativa en la red del Ministerio de Salud". Además, destacó los "avances importantes en el campo de la salud pública" logrados durante su mandato.
Sin embargo, su gestión estuvo marcada por constantes críticas debido a la falta de medicinas e insumos en los hospitales públicos y los millonarios atrasos a los centros de diálisis. Estas deficiencias han afectado gravemente a los pacientes más vulnerables y han puesto en jaque al sistema sanitario del país.
En las últimas semanas, decenas de pacientes renales alzaron su voz en protesta por la falta de pagos y la posible quiebra de los centros de diálisis. La Asociación de Hospitales y Clínicas Privadas (Achpe) también ha denunciado en reiteradas ocasiones la falta de diálogo por parte del ministro Encalada, quien presuntamente no aceptó reunirse con ellos para escuchar las críticas sobre la situación del sistema de salud.
La renuncia de Encalada representa un duro revés para el gobierno del presidente Daniel Noboa, quien había depositado su confianza en el ahora exministro para liderar las políticas de salud del país. Ahora, el mandatario deberá buscar un reemplazo capaz de enfrentar los desafíos que aquejan al sector y restablecer la confianza de los ciudadanos en el sistema sanitario.
La salida de Franklin Encalada del Ministerio de Salud deja al descubierto las profundas grietas que existen en el sistema de atención médica del Ecuador. Es imperativo que el gobierno tome medidas urgentes para garantizar el acceso a medicinas, insumos y tratamientos adecuados para todos los ciudadanos, especialmente para aquellos más vulnerables. Solo así se podrá comenzar a sanar las heridas dejadas por esta crisis en el sector de la salud.
