Un caso que erosiona la confianza en el sistema educativo y resquebraja la seguridad de los estudiantes ha conmocionado a Quito. Un profesor, en un aberrante abuso de su posición de autoridad, violó a una de sus alumnas de tan solo 12 años de edad, llevando a cabo un acto repudiable que ha sido castigado con una dura condena de 29 años y 4 meses de prisión.
Profesor violador traiciona confianza de alumna de 12 años en aberrante crimen
La sociedad quiteña se encuentra consternada ante un caso que pone al descubierto las profundidades más oscuras de la depravación humana. Jhonny Máximo B., un maestro de 30 años, se ganó la confianza de una de sus estudiantes de tan solo 12 años mientras impartía clases en el séptimo año de educación básica en una escuela de la capital.
Sobrepasando todos los límites éticos y morales, el hombre inició un siniestro acercamiento a la menor, enviándole mensajes por WhatsApp de forma interna. El 7 de julio de 2020, Máximo B. aprovechó la ausencia de los padres de la niña para ingresar a su domicilio y cometer el atroz delito de violación.
Ocho días después, la madre de la estudiante halló una píldora del día después entre las pertenencias de su hija, lo que encendió las alarmas. Tras conversar con la menor y conocer los escalofriantes detalles, la mujer denunció de inmediato el ataque ante las autoridades.
Tras una exhaustiva investigación y un juicio en el que se presentaron pruebas contundentes, incluyendo testimonios anticipados de la víctima y periciales, la justicia ha dictaminado una sentencia ejemplar para el depravado profesor. Jhonny Máximo B. deberá cumplir 29 años y 4 meses de cárcel por su atroz crimen, agravado por el hecho de que conocía a su víctima con anticipación.
Este caso no solo representa una violación física y emocional a una menor indefensa, sino también una traición a la confianza depositada en los educadores, quienes tienen el deber sagrado de velar por la seguridad y bienestar de sus estudiantes.