El gobernador de Pastaza, Rolando Ramos, confirmó la peor de las noticias: no hubo sobrevivientes en el accidente del helicóptero MI171 E que se estrelló el viernes 26 de abril a las 09:45 en la ruta Shell-Tufino mientras llevaba ayuda humanitaria a comunidades afectadas por la crecida del río Bobonaza.
La noticia ha sumido en la más profunda tristeza a los familiares de las ocho víctimas fatales.
Debido al mal temporal reinante, las labores de búsqueda de los cuerpos demoraron más de un día en iniciar. Recién pasadas las 16:00 del 27 de abril, la Fiscalía informó que se emitió la disposición para el levantamiento de los cuerpos de militares y civiles en Tiwino. Un fiscal de turno, delegados de Criminalística y uno de la Policía Especializada Delitos Contra la Vida (Dinased) se movilizaron al sitio.
El Gobierno de Estados Unidos, a través de su Embajada y Consulado en Ecuador, envió sus condolencias a los familiares de los fallecidos en este trágico siniestro aéreo.
Un plan B para la recuperación de cuerpos
Desde el día anterior empezaron las labores de búsqueda, pero la intensa lluvia que no ha parado desde la madrugada del 27 de abril dificultó los trabajos. Ante ello, desde la Brigada Selva 17 Pastaza se informó que se activó un plan B.
Al no poder despegar desde los aeropuertos de Shell en Mera (Pastaza) ni desde Tena por el mal tiempo, los vuelos saldrán desde El Coca, provincia de Orellana. Desde ahí partirá el helicóptero con personal de Fiscalía, Dinased y técnicos militares para recuperar los cadáveres.
Debido al mal temporal reinante, las labores de búsqueda de los cuerpos demoraron más de un día en iniciar. Recién pasadas las 16:00 del 27 de abril, la Fiscalía informó que se emitió la disposición para el levantamiento de los cuerpos de militares y civiles en Tiwino. Un fiscal de turno, delegados de Criminalística y uno de la Policía Especializada Delitos Contra la Vida (Dinased) se movilizaron al sitio.
El Gobierno de Estados Unidos, a través de su Embajada y Consulado en Ecuador, envió sus condolencias a los familiares de los fallecidos en este trágico siniestro aéreo.
Un plan B para la recuperación de cuerpos
Desde el día anterior empezaron las labores de búsqueda, pero la intensa lluvia que no ha parado desde la madrugada del 27 de abril dificultó los trabajos. Ante ello, desde la Brigada Selva 17 Pastaza se informó que se activó un plan B.
Al no poder despegar desde los aeropuertos de Shell en Mera (Pastaza) ni desde Tena por el mal tiempo, los vuelos saldrán desde El Coca, provincia de Orellana. Desde ahí partirá el helicóptero con personal de Fiscalía, Dinased y técnicos militares para recuperar los cadáveres.
Las ocho víctimas fatales, cinco militares y tres civiles, acudían a entregar raciones alimenticias a 159 familias de comunidades afectadas por el desbordamiento del río Bobonaza cuando ocurrió la desgracia en su vuelo de retorno al mediodía del viernes. Según el comandante, aún se desconocen las causas del accidente donde el helicóptero explotó, por lo que un técnico y cuatro militares Iwias (indígenas conocedores de la selva) están en el sitio para evitar que se altere la escena.
Los Iwias construirán además un helipuerto improvisado para que pueda aterrizar el equipo de recuperación de cuerpos. Una vez extraídos, los cadáveres serán trasladados a la morgue en Puyo para su entrega a los familiares.
Acudían a entregar ayuda humanitaria
La desgraciada tripulación se dirigía a la comunidad de Tiwino para llevar ayuda a 159 familias damnificadas por el desbordamiento del río Bobonaza cuando ocurrió el fatal accidente. La integraban el mayor Andrés Sierra (piloto), teniente Jaime Cordones (piloto), sargento Leonardo Gutiérrez (ingeniero de vuelo), cabos Cristian Morales y Édgar Montesdeoca (mecánicos), y los funcionarios de Gestión de Riesgos Katya Aragón, Diego Ima y Erik Reyes.
El Ejército conformó una Junta Investigadora de Accidentes para esclarecer las causas, mientras que el presidente Daniel Noboa ordenó desplegar todos los esfuerzos necesarios en la búsqueda de la tripulación, que lamentablemente ya no tiene sobrevivientes.
Esta tragedia en plena labor humanitaria ha enlutado al país y dejado sumidos en el más profundo dolor a los familiares de las víctimas fatales.
