Pese al llamado de la Vicepresidenta a Noboa para mantener un diálogo, el Presidente de la República delegó a Gabriela Sommerfeld para coordinar lo relacionado con su viaje a Israel.
La expectación, polémica y controversia generadas por las declaraciones de la vicepresidenta Verónica Abad, la mañana del martes 28 de junio, captaron la atención de muchos. Mientras Daniel Noboa se encontraba en Carondelet, edificio adyacente al despacho de la Vicepresidenta, Abad dejó en claro algo que ya se sabía: Noboa la quiere lejos.
El presidente Noboa está al tanto de las palabras de la vicepresidenta Abad, según informó su secretario de Comunicación, Roberto Izurieta, a través de un comunicado oficial en su cuenta de X.
Aunque la mayor parte del discurso pasó desapercibida para Noboa, a pesar de que Abad «una vez más», como ella misma lo expresó, le pidió de manera directa acceder a un diálogo, el Jefe de Estado, a través de su Secretaría de Comunicación, apenas se pronunció sobre su designación como «colaboradora de la paz» en Tel Aviv, Israel.
Para coordinar todas las acciones necesarias para el cumplimiento de esta misión, Noboa designó a la canciller, Gabriela Sommerfield. Sin embargo, no hubo ninguna palabra respecto a los señalamientos de Abad, que incluyeron acusaciones de burlas, traición y restricciones al no ser invitada a eventos oficiales desde la campaña electoral. Además, rechazó un supuesto «pacto» de Noboa con fuerzas «opositoras» a su gobierno.
Este desencuentro contradice las afirmaciones previas de Izurieta, quien había asegurado días antes que no existían diferencias entre Noboa y Abad, y que mantenían una relación cordial.
Fuente radiopichincha.com