Actualidad
Las cifras y los casos criminales son escalofriantes en Ecuador. Se incautaron 210 toneladas de droga en 2021. Se registraron al menos 4 500 asesinatos en 2022. Hay niños reclutados por pandillas y las cárceles funcionan como centros de delincuencia organizada.
Ecuador se ha convertido, en pocos años, en una tierra controlada por el narcotráfico, donde operan carteles de México y Albania. Todo esto ha desatado una ola de violencia sin precedentes en la historia reciente del país, señala The New York Times en un reportaje.
El rotativo indica que el auge del cultivo de la hoja de coca en Colombia, ingrediente básico de la cocaína, ha dado lugar a un aumento en la producción de drogas. Mientras tanto, los años de laxitud policial en la industria del narcotráfico en Ecuador han convertido al país en una base atractiva para la fabricación y distribución de drogas.
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Cárceles
El medio señala que la violencia vinculada a las drogas comenzó a aumentar en 2018, a medida que los grupos delictivos locales competían por mejores posiciones en el negocio. Al principio, la violencia se limitaba principalmente a las prisiones.
Con el tiempo, el gobierno perdió el control de su sistema penitenciario.
Las prisiones se convirtieron en bases de operaciones para el tráfico de drogas. Aquí, además, el crimen organizado internacional vio una oportunidad lucrativa para ampliar sus operaciones.
En la actualidad, los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación financian actividades en el terreno, junto con un grupo procedente de los Balcanes conocido como mafia albanesa.
Droga
La cocaína, o un precursor llamado pasta base de coca, entra en Ecuador desde Colombia y Perú. Este producto suele salir por vía fluvial desde alguno de los ajetreados puertos del país, indica el medio internacional. Agrega que de aproximadamente 300 000 contenedores que salen cada mes de Guayaquil, las autoridades solo pueden inspeccionar el 20 por ciento.
La droga se transporta desde los puertos ecuatorianos, oculta en suelos reconstruidos, cajas de bananas, palés de madera y cacao, antes de ser enviada a Estados Unidos o Europa.
Extorsión
Grupos locales de delincuencia callejera y carcelaria como Los Choneros y Los Tiguerones trabajan con grupos internacionales, coordinando el almacenamiento, el transporte y otras actividades relacionadas con las drogas.
The New York Times indica que, sin embargo, estos grupos han encontrado otra fuente de ingresos: la extorsión. Comerciantes, líderes comunitarios, proveedores de agua, recolectores de basura y escuelas se ven obligados a pagar un impuesto a estos grupos a cambio de su seguridad.
Dentro de las prisiones, la extorsión también es habitual desde hace años y hasta el día de hoy este problema no puede ser controlado.
Fuente Radio Pichincha