El presidente Daniel Noboa renovó por 30 días el estado de excepción en siete provincias y dos cantones, ajustando medidas tras críticas de la Corte Constitucional, en un esfuerzo por frenar la inseguridad que azota Ecuador, incluida la vecina Tungurahua.

El objetivo, según el decreto, es garantizar el orden público y la paz social, cumpliendo con la Constitución y responsabilizando a los funcionarios por posibles abusos. La ejecución estará a cargo de los ministerios de Defensa e Interior, junto al Centro de Inteligencia Estratégica. Aunque Chimborazo no está en la lista, la cercanía con Tungurahua y los crecientes índices de violencia en la Sierra mantienen en alerta a los habitantes de Riobamba, quienes siguen de cerca las medidas nacionales contra la inseguridad que no da tregua.