La Corte Constitucional de Ecuador inicia una nueva etapa este 11 de marzo de 2025 con la salida de tres jueces y la llegada de otros tres, en un cambio que podría consolidar su ala progresista. Tras decisiones históricas como la eutanasia y el matrimonio igualitario, ¿qué rumbo tomará el máximo tribunal?
La Corte Constitucional (CC) de Ecuador, protagonista de debates sociales y políticos por sus fallos sobre temas como el aborto por violación, el matrimonio igualitario y la reciente despenalización de la eutanasia, enfrenta este 11 de marzo de 2025 una renovación parcial que podría reforzar su inclinación progresista. Tras un sorteo notarizado, Daniela Salazar, Carmen Corral y Enrique Herrería dejaron sus cargos, dando paso a Claudia Salgado, José Terán y Jorge Benavides, ganadores de un concurso de méritos y oposición. Este cambio ocurre en un tribunal que, desde 2019, ha destacado por decisiones que lo posicionan como referente en derechos humanos a nivel internacional.

Un análisis de PRIMICIAS sobre 18 sentencias revela las tendencias ideológicas de los magistrados. Juezas como Karla Andrade, Daniela Salazar, Alejandra Cárdenas y Jhoel Escudero han mostrado una postura consistentemente progresista, salvando votos en casos como el rechazo a una demanda contra el divorcio por causales. En contraste, Carmen Corral y Teresa Nuques, de tendencia conservadora, se opusieron a fallos sobre matrimonio igualitario, aborto por violación y eutanasia. Enrique Herrería, ligado al Partido Social Cristiano (PSC), se ubicó en una posición más centrista, apoyando el aborto por violación y la muerte asistida, pese a compartir varias decisiones con el ala derecha.
Desde 2008, 32 jueces han pasado por la CC, y la corte posesionada en 2019 marcó un antes y después con fallos que colocaron a Ecuador como el noveno país en despenalizar la eutanasia, tras una batalla liderada por Paola Roldán. La salida de Corral y Herrería, del bloque conservador, y de Salazar, progresista, deja un pleno donde la balanza podría inclinarse aún más hacia la izquierda, incluso si los nuevos jueces adoptaran posturas variadas. Magistrados como Alí Lozada y Richard Ortiz, aunque progresistas, han mostrado matices centristas en algunos casos.
La CC ha sido blanco de críticas y elogios: el Gobierno la acusó de entrometerse en sus funciones tras un “jalón de orejas” por los estados de excepción, mientras activistas celebran su defensa de derechos. Las votaciones en el pleno y las opiniones previas de los jueces —como abogados o académicos— ofrecen pistas sobre sus inclinaciones, aunque cada sentencia depende del tema en discusión.
La renovación de la Corte Constitucional llega en un momento clave para Ecuador, con un tribunal que ha moldeado el debate social y político. La pérdida de dos voces conservadoras y la llegada de nuevos jueces podrían consolidar su rumbo progresista, pero el futuro dependerá de cómo voten Salgado, Terán y Benavides. En un país de posturas divididas, la CC sigue siendo un actor decisivo: ¿hasta dónde llevará sus próximas sentencias?