El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles, 29 de enero de 2025, su primera ley desde su regreso al poder. La medida permite a las autoridades migratorias detener a migrantes indocumentados por delitos menores, como robos en tiendas, incluso antes de que sean condenados. Inspirada en el caso de Laken Riley, una joven asesinada por un migrante venezolano, la legislación ha generado debate nacional y tensiones entre los partidos políticos.
La firma de la llamada "Ley Riley" tuvo lugar en la Sala Este de la Casa Blanca, ante un grupo selecto de invitados, incluidos familiares de Laken Riley, cuya muerte inspiró esta iniciativa. Riley, una estudiante de enfermería de 22 años, fue asesinada en febrero de 2024 en Georgia por José Ibarra, un migrante venezolano indocumentado. Aunque Ibarra había sido arrestado previamente por hurto menor, se le permitió permanecer en el país mientras su caso migratorio estaba en proceso. Finalmente, fue declarado culpable del asesinato y sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
La nueva ley otorga amplios poderes al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) para detener a migrantes acusados de delitos menores, como hurtos en tiendas, y pone bajo custodia federal a estos individuos antes de que se emita una sentencia judicial. Además, permite a los fiscales generales de los estados intervenir en decisiones de política migratoria federal, incluyendo la posibilidad de forzar al Departamento de Estado a limitar visas a países que no acepten deportaciones.
Según estimaciones de medios estadounidenses, implementar esta legislación requerirá más de USD 3.000 millones adicionales y aumentará la capacidad de detención de migrantes a más de 60.000 camas. Trump también ha presionado a las agencias gubernamentales para imponer cuotas mínimas de arrestos diarios, elevando la cifra total de detenciones a entre 1.200 y 1.500 al día.