La doctora Amelia Briones, vicepresidenta de la Fundación para la Investigación y Gestión de los Servicios de Salud (FIJES), y Carolina Andrade, responsable zonal de calidad de la Coordinación Zonal 3 de Salud, lideran un proyecto transformador en la provincia de Chimborazo, Ecuador, enfocado en combatir la diabetes tipo 2, una de las enfermedades crónicas más prevalentes y devastadoras en la región. Esta iniciativa, desarrollada en conjunto con el Ministerio de Salud Pública del Ecuador, el Institute for Healthcare Improvement (IHI) y financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), busca mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de esta enfermedad, que afecta significativamente a la población adulta y adulta mayor.
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Carolina Andrade, quien se desempeña como responsable zonal de calidad, explicó que la diabetes tipo 2 representa un grave problema de salud pública en Chimborazo, donde el 33% de los casos de diabetes de las cuatro provincias bajo su coordinación se concentran en esta región. "Esta enfermedad no solo impacta la calidad de vida de quienes la padecen, sino que también genera complicaciones graves como el pie diabético, la insuficiencia renal y la ceguera, que tienen un alto costo humano y económico", señaló Andrade.
El proyecto, que involucra a profesionales de salud de distintos niveles de atención, desde centros de salud primarios hasta hospitales generales y geriátricos, tiene como objetivo principal capacitar a los equipos médicos para mejorar el diagnóstico y tratamiento de la diabetes, evitando así complicaciones y reduciendo la mortalidad asociada a esta enfermedad. "Nuestra meta es brindar la calidad de atención que merecen los pacientes, con un enfoque integral que incluya prevención, diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado", agregó Andrade.
Según datos del Ministerio de Salud, entre el 5% y el 7% de la población en Chimborazo padece diabetes, aunque muchas personas desconocen su condición. "Esto significa que, a medida que implementemos estrategias de detección temprana, es probable que veamos un incremento en los casos diagnosticados. No es que más personas se estén enfermando, sino que finalmente estamos identificando a quienes ya padecen la enfermedad", explicó Andrade. Este enfoque proactivo busca cambiar la cultura de la población, promoviendo controles médicos regulares, una alimentación saludable y la práctica de ejercicio físico.
El proyecto también aborda la importancia de la prevención en el primer nivel de atención, donde se busca detectar factores de riesgo y promover estilos de vida saludables. "La diabetes es una enfermedad tratable si se diagnostica a tiempo, pero requiere un cambio de hábitos no solo en el paciente, sino en toda su familia. Muchas personas acuden al médico, reciben medicamentos, pero continúan con dietas poco saludables y sedentarismo. Por eso, nuestra labor también incluye educación comunitaria y concientización", destacó Andrade.
A nivel nacional, la diabetes tiene una letalidad de 5 por cada 100,000 habitantes, aunque algunas provincias fuera de la Coordinación Zonal 3 presentan tasas aún más altas. Para enfrentar este desafío, el proyecto incluye capacitaciones presenciales y virtuales, asesoramiento técnico continuo y la implementación de la metodología de la "ciencia de la mejora", que permite a los equipos de salud identificar y resolver problemas de manera sistemática.
Carolina Andrade enfatizó la importancia de acudir a los puestos y centros de salud, que están estratégicamente ubicados cerca de las comunidades. "Como Ministerio de Salud, tenemos a su alcance los puestos de salud y centros tipo A, B y C, que están cerca de sus hogares. Es fundamental que la población se realice controles médicos anuales para detectar enfermedades como la diabetes a tiempo y evitar complicaciones", afirmó.
El proyecto, que se extenderá hasta diciembre de 2025, incluirá tres cursos presenciales adicionales en Riobamba, así como sesiones virtuales mensuales y visitas técnicas a los establecimientos de salud. Además, se están implementando sistemas de monitoreo y evaluación para medir el impacto de las intervenciones y ajustar las estrategias según sea necesario.
