El Complejo Hidroeléctrico Paute y la central Minas San Francisco se apagaron desde el sábado 16 de noviembre con el objetivo de recuperar sus embalses, aunque el estiaje extremo que afecta al país complica esta tarea.
Desde la medianoche del 16 de noviembre, Ecuador ha recibido un alivio energético con la reanudación de la venta de electricidad desde Colombia, mientras que la central Coca Codo Sinclair mantiene una producción destacada de 1.500 megavatios. Sin embargo, esto no ha evitado que las hidroeléctricas de la zona austral, como Paute y Minas San Francisco, apaguen sus operaciones para intentar incrementar los niveles de sus embalses.
El Complejo Hidroeléctrico Paute, con una capacidad de 1.757 megavatios, y Minas San Francisco, de 270 megavatios, han visto poco éxito en la recuperación de sus embalses. El embalse Mazar, fundamental para la central Paute-Molino, solo ha ganado 60 centímetros y se encuentra en 2.110,92 metros sobre el nivel del mar, apenas 10 centímetros por encima de un punto crítico que podría derivar en apagones más severos. De igual forma, el embalse Amaluza se encuentra a 1.981,35 metros, con una ganancia mínima de 72 centímetros, y el embalse de Sopladora alcanza los 1.315,77 metros.
Las lluvias no han favorecido la zona sur del país, afectando la recuperación de estos embalses, mientras que en la región amazónica, donde se encuentra la central Coca Codo Sinclair, se esperan precipitaciones importantes.
Apoyo internacional: La venta de energía desde Colombia se ha retomado gracias a la mejora en sus reservas, con una capacidad de transmisión de hasta 450 megavatios. Esto ofrece un respiro al sistema ecuatoriano, pero la cantidad y continuidad de este apoyo dependen del régimen de lluvias en ambos países.
Perspectivas meteorológicas: Javier Macas, del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), señala que a partir del 20 de noviembre se anticipan lluvias intensas en la región del Complejo Paute, lo cual podría mejorar la situación de los embalses y ofrecer una recuperación sostenida.
«Habrá lluvias más intensas para la parte de Paute, tanto en su distribución, persistencia e intensidad. Eso será muy bueno para el incremento en el nivel de los embalses», dijo Macas.
