Apagones en Ecuador: la promesa presidencial en jaque ante la crisis eléctrica
La promesa del presidente Daniel Noboa de garantizar un diciembre sin apagones se enfrenta a una dura realidad: los embalses del Complejo Hidroeléctrico Paute no se han recuperado, lo que compromete la capacidad de generación eléctrica en un mes marcado por el aumento del consumo energético.
El escenario eléctrico en Ecuador es crítico. A pesar de la disposición gubernamental de limitar los apagones a un máximo de siete horas diarias hasta el 28 de noviembre, la falta de lluvias obliga a mantener operativas las centrales del Complejo Hidroeléctrico Paute. Este esfuerzo, aunque necesario para suplir la demanda actual, impide la recuperación de los embalses, claves para afrontar diciembre, cuando se espera un incremento del consumo por las festividades y las altas temperaturas en la Costa.
Especialistas eléctricos consultados alertan que los embalses del Complejo Paute no llegarán al nivel óptimo para satisfacer la demanda de energía en fin de año. La central Paute-Molino, por ejemplo, reportó una preocupante disminución de 73 centímetros en su embalse en las últimas 24 horas, quedando a solo seis metros del nivel crítico. Una situación similar enfrentan las hidroeléctricas Mazar y Sopladora, que también operan al borde de sus límites.
Aunque diciembre promete una mayor generación gracias a las lluvias y las importaciones de energía desde Colombia, así como la entrada en operación de nuevas plantas termoeléctricas, el consumo proyectado supera las capacidades actuales del sistema eléctrico. Esto podría provocar cortes aún más prolongados, con horarios que podrían extenderse hasta 10 horas diarias, según fuentes del sector eléctrico gubernamental.
El Coca Codo Sinclair, otro pilar del sistema energético ecuatoriano, tampoco ofrece un panorama alentador. Actualmente genera menos de 500 megavatios por hora debido a la disminución del caudal del río Coca, complicando aún más la estabilidad del suministro eléctrico.
