El lunes 4 de noviembre, una nueva controversia estalló en Riobamba, provincia de Chimborazo, cuando siete de los diez concejales de la ciudad no asistieron a una sesión virtual convocada por el alcalde Jhon Vinueza para tratar la ordenanza de uso de suelo. El mandatario local, visiblemente molesto por la inasistencia de los ediles, hizo un llamado urgente a la responsabilidad, instando a que los concejales "trabajen" y amenazó con presentar una queja formal por su falta de compromiso.
Este incidente se suma a la creciente tensión polÃtica que ha marcado el ambiente del Concejo Municipal. Solo unos dÃas antes, el 30 de octubre, los concejales destituyeron al secretario del Concejo, Ramiro Vallejo, en una sesión marcada por la controversia. La destitución se produjo con el apoyo de siete votos, los mismos concejales que se ausentaron en la sesión del 4 de noviembre. El alcalde, por su parte, acusó a Vallejo de incumplir con sus funciones y destacó que la decisión de destituirlo tenÃa como fin "poner la casa en orden".
El clima de confrontación también se ha visto alimentado por las crÃticas de algunos concejales sobre el proceso de aprobación de la ordenanza de uso de suelo. Rafael Quitio, concejal de la oposición, expresó su preocupación por la rapidez con la que se intenta aprobar el Plan de Uso de Suelo (PuG), señalando que la consultorÃa relacionada habÃa sido contratada con dinero público, pero los detalles de su entrega aún no eran claros. "Queremos que se lea el acta de entrega de la consultorÃa. Eso es lo mÃnimo que podemos pedir", afirmó Quitio, quien también cuestionó la falta de tiempo para revisar un documento de mil páginas.
La ciudadanÃa de Riobamba, que sigue de cerca los enfrentamientos entre las autoridades locales, se muestra cada vez más frustrada. Algunos habitantes, como Luis Casco, expresaron su descontento con la situación polÃtica que se vive en la ciudad. "¡No puede ser que pasemos todo el tiempo viendo las peleas y Riobamba siga estancada!", exclamó Casco, quien agregó que, a pesar de las promesas de obras, la ciudad sigue enfrentando problemas como huecos en las calles, basura y desorden.
Por su parte, Teresa Castelo, otra residente, hizo un llamado a la unidad de las autoridades, destacando la necesidad urgente de mejorar la calidad de vida en la ciudad. "Queremos una ciudad limpia, ordenada, segura, donde nuestros hijos puedan ver un futuro", señaló Castelo, apuntando que los ciudadanos están cada vez más preocupados por la falta de oportunidades de empleo y las crecientes dificultades en la vida diaria.
Mientras tanto, el alcalde Vinueza ha resaltado que las obras en la ciudad continúan, como el adoquinado en barrios periféricos y la expansión de la red de alcantarillado. Sin embargo, también reconoció que los procesos de ejecución se ven ralentizados por los "esquemas" heredados de gestiones anteriores.
En el otro lado del espectro, los concejales continúan rechazando lo que consideran un abuso de poder por parte del alcalde, acusándolo de actuar de manera autoritaria. "No vamos a permitir que se aprueben planes de manera improvisada ni bajo presiones", afirmó el concejal Carlos Aulla, quien considera que la gestión de Vinueza ha estado marcada por la persecución y la división.
Este panorama de división polÃtica ha generado un clima de incertidumbre en la población. La ciudadanÃa de Riobamba sigue esperando que las autoridades logren superar sus diferencias y trabajen juntos en el desarrollo de la ciudad, para garantizar una mejora real en la calidad de vida de los riobambeños.