Los últimos estudios actuariales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), auditados y publicados en junio de 2024, revelan una grave crisis financiera en el Fondo de Pensiones, poniendo en riesgo el pago de jubilaciones a actuales y futuros pensionistas. El análisis, basado en datos de 2020 y auditado por la firma Risko Actuarios, muestra un alarmante deterioro en la situación del fondo.
El déficit actuarial del IESS ha crecido significativamente desde 2018, pasando de USD 4,551 millones a USD 7,324 millones para el 2060, incluso con el aporte del 40% del Estado, que es requerido por ley. Sin embargo, si el Estado continúa contribuyendo solo el 31% de lo que deberÃa, el déficit ascenderÃa a USD 21,103 millones, una cifra equivalente al 17% del Producto Interno Bruto (PIB) de Ecuador.
Un escenario catastrófico
La situación es aún más preocupante si se considera la posibilidad de que el Estado no cumpla con su obligación de aportar al fondo. Según el estudio actuarial, si el Estado deja de transferir su contribución, el déficit del Fondo de Pensiones podrÃa llegar a USD 70,899 millones para 2060, lo que representarÃa el 57% del PIB ecuatoriano. En este escenario, el IESS no tendrÃa recursos suficientes para pagar las pensiones desde 2024.
Causas de la crisis
Rodrigo Ibarra, actuario y especialista en el tema, señala tres factores que han empeorado la situación del Fondo de Pensiones: el retraso en los pagos del Estado, el aumento de la cantidad de jubilados y el impacto de la falta de empleo y afiliaciones, agravado por la pandemia de Covid-19. "La descapitalización del fondo ya se está viendo, lo cual fue advertido en 2017", explicó Ibarra, haciendo hincapié en la estabilidad de 650,000 pensionistas que dependen de estos recursos.
Reformas necesarias
El estudio actuarial también plantea soluciones para enfrentar la crisis. Entre ellas, un aumento gradual de la tasa de aporte al Fondo de Pensiones, que actualmente es del 11.06%, hasta llegar al 13.51% en 2060. Además, se sugiere crear incentivos para retrasar la edad de jubilación a los 65 años, con beneficios como pensiones más altas y descuentos en servicios básicos.
No obstante, Eduardo Peña, presidente del Consejo Directivo del IESS, descartó el 5 de septiembre de 2024 que se realicen cambios inmediatos en la tasa de aporte o la edad de jubilación. La propuesta de ley para mejorar las finanzas del IESS queda en manos del próximo gobierno.