Alerta roja en 20 provincias por incendios forestales y déficit hídrico: Más de 39.000 hectáreas afectadas
Desde el 21 de septiembre, Ecuador enfrenta una emergencia ambiental con la declaración de alerta roja en 20 provincias, debido a la falta de precipitaciones y la gravedad de los incendios forestales, que ya han devastado más de 39.000 hectáreas de vegetación.
La subsecretaria General de Gestión de Riesgos, Andrea Hermenejildo, informó que en lo que va del 2024 se han registrado más de 3.000 incendios forestales en todo el país, lo que ha generado un impacto significativo en las zonas rurales y naturales. Actualmente, hay 11 incendios activos en provincias como Carchi, Imbabura, Cotopaxi, Guayas, Azuay, Pichincha, Chimborazo y Loja, de los cuales cinco han sido controlados, pero continúan generando preocupación entre las autoridades.
Para combatir los incendios, cuerpos de bomberos y brigadas de refuerzo han sido movilizados a las zonas más afectadas. En Quito, dos helicópteros están realizando descargas de agua a través del sistema Bambi Bucket, sumando más de un millón de litros de agua vertida en 200 operaciones, lo que ha ayudado a mitigar el impacto del fuego en algunas áreas.
Hermenejildo explicó que la emergencia se está abordando en dos frentes principales: el control de los incendios forestales y la recuperación de las áreas afectadas. "Primero hay que extinguir el incendio y luego articular la recuperación de los espacios dañados", señaló, subrayando la importancia de la reforestación y el trabajo conjunto con el Ministerio de Agricultura para analizar las causas de los incendios, algunos de los cuales han sido provocados intencionadamente.
En este esfuerzo, se han activado mesas técnicas para coordinar la respuesta interinstitucional, mientras los equipos en terreno luchan contra las llamas en diferentes puntos del país.
Ante el déficit hídrico, el gobierno ha trabajado en los últimos tres meses para identificar necesidades y ofrecer asistencia humanitaria a las comunidades más afectadas. Como parte de este esfuerzo, se han distribuido tanques de agua con capacidades de 250 y 2.500 litros en las zonas con mayores problemas de acceso a agua potable.
Ocho provincias han sido severamente afectadas por la falta de agua para riego, lo que ha agravado la situación de los agricultores locales, quienes enfrentan grandes desafíos para mantener la producción agrícola.