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La Policía detuvo a un hombre de 49 años por el presunto delito de pornografía infantil. Foto: Cortesía/Policía
La Policía detuvo a un hombre de 49 años por el presunto delito de pornografía infantil, en Quito. Este hecho ocurrió este viernes 2 de septiembre de 2022, durante un operativo ejecutado por la Unidad de Ciberdelitos.
Según las investigaciones policiales, el sospechoso usaba diferentes plataformas digitales para almacenar imágenes y videos con contenido de explotación sexual de niños, niñas y adolescentes.
Además, las pesquisas determinaron que compartía archivos multimedia de pornografía infantil con usuarios a través de redes sociales, alrededor del mundo.
Se presume que el detenido obtenía el contenido sexual de los menores a través de la modalidad del Gromming. Es decir, el sospechoso se hacía amigo de las víctimas a través de Internet y les ofrecía regalos a cambio de que los menores envíen las fotos y videos.
Durante la intervención policial, se decomisó un celular, una laptop y documentos del detenido. Esas evidencias “serán analizadas en el laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses con la finalidad de obtener más indicios relacionados a la investigación en curso”, indicó la Policía.
Las cifras
Un informe estadístico de la Fiscalía señala que, desde agosto del 2014 hasta el 12 de agosto del 2022, se han registrado 761 casos de pornografía infantil, a escala nacional. Los casos comenzaron a aumentar desde el 2020 y la mayoría se registró en el 2021.
Pichincha, Guayas, El Oro, Manabí, Tungurahua y Azuay son las provincias donde se han registrado más casos, en ocho años.
¿Cómo operan las redes de pornografía infantil?
Las investigaciones policiales han detectado las formas de cómo operan las bandas o las personas que cometen ese delito.
Hay miembros de redes de pornografía que contactan a las víctimas a través de internet. Los delincuentes amenazan a los menores con hacerles daño a ellos o a sus familiares si no envían imágenes o videos de sus partes íntimas.
Otra manera de operar es a través de la extorsión a los menores. Contactan a adolescentes a través de redes sociales. Utilizan perfiles falsos y crean un vínculo de amistad o enamoramiento.
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Una tercera forma es cuando los padres, familiares o personas cercanas a los menores perpetran el delito.
Fuente El Comercio