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El pasado 8 de julio hombres en moto detonaron un artefacto explosivo en un asadero de pollo en Pascuales, norte de Guayaqui y dispararon a negocios pequeños del mismo sector. Foto: Archivo / EL COMERCIO
El general Víctor Hugo Zárate, comandante de Policía de la Zona 8, llamó a denunciar las extorsiones. Bandas delictivas y extorsionadores les exigen a pequeños y grandes locales cuotas de dinero a cambio de una supuesta “seguridad”.
Zárate sostuvo que la policía está detrás de tres de las principales bandas que operan en la ciudad. “La denuncia es fundamental para iniciar todo el proceso investigativo y en ese sentido estamos trabajando con Fiscalía”, dijo.
Propietarios de negocios a lo largo de la concurrida avenida Benjamín Carrión, en el tradicional sector comercial de La Alborada (norte), denunciaron esta semana el temor que sienten ante la constante visita de extorsionadores, que exigen dinero bajo amenazas.
El comandante zonal de la Policía Nacional dijo que unidades de inteligencia están levantando información al norte de la urbe, también en sectores como Sauces. “En el tema de vacunas está trabajando la UNASE, a través de la unidad de extorsión para desarticular a las bandas que están detrás”, dijo.
La Policía presentó este miércoles 3 de agosto del 2022 a 15 detenidos, presuntos miembros de una banda de microtráfico, luego de una investigación de siete meses. Se esperan intervenciones similares en casos de extorsión a locales, agregó el general.
¿Qué son las “vacunas”?
Las “vacunas” son cobros extorsivos en los que delincuentes exigen una cuota de dinero a los negocios a cambio de dejarlos trabajar en paz. Se trata de una suerte de impuesto que grupos organizados o delicuentes comunes exigen para evitar un agravio, como puede ser un atentado, robo o una bomba. El no pago de las mensualidades implica en Guayaquil amenazas a los propietarios o formas de violencia colateral como disparos o explosivos.
Estos mecanismos extorsivos se han ejecutado a las afueras de locales incluso del centro de la ciudad, o de forma más extendida con disparos o explosivos en la parroquia Pascuales, al norte de Guayaquil. Los cobros parten desde los USD 10 semanales a pequeños locales hasta más de USD 1 000 mensuales, por lo que preocupan a propietarios de negocios.
El término de “vacuna” se usa en Colombia hace más de 25 años. Se extendió para grandes industriales y ganaderos colombianos. Los paramilitares y guerrilleros comenzaron a exigir también estas cuotas de “seguridad” y “protección” en mercados y zonas comerciales. En el vecino país del norte llegó a ser un negocio ilícito de más de USD 1 000 millones al año, con hasta 125 000 personas extorsionadas.
También se han registrado este tipo de cobros como impuesto revolucionario en países como Irlanda, España o México.
En todo el 2021, la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase) reportó la denuncia de 337 extorsiones económicas, similares a las del tipo “vacunas” en Guayaquil. Mientras que en el primer semestre de este año ya se superó la cifra de todo el año pasado. Hasta inicios de julio del 2022 se registran 460 denuncias en la ciudad.
Fuente El Comercio
