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De enero a mayo de 2021, el ECU 911 a escala nacional ha articulado la asistencia de 714 incidentes vinculados con acoso, violencia, abandono y mendicidad en contra de niños y adolescentes que han sido reportados oportunamente a la línea única: 9-1-1.
Imagen Ecu 911 |
Desde el sistema de emergencias —cuando se reciben este tipo de llamadas— se coordina inmediatamente la asistencia con personal técnico, en la mayoría de casos se atienden estos requerimientos con unidades y agentes de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) y otros organismos, dependiendo de cada caso.
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Juan Zapata, Director General del ECU 911, indicó que “desde enero y hasta la presente fecha se han recibido 714 emergencias relacionadas con acoso, mendicidad, abandono y violencia en contra de niños, niñas y adolescentes. De este total, Guayaquil registra 369 llamadas, que es el 52%, y Quito 27 reportes, es decir el 4%”.
En la provincia de Los Ríos, en el cantón Vinces, la llamada de un niño de 10 años alertó sobre el posible envenenamiento de su progenitora que habría ingerido una sustancia tóxica. El menor se encontraba solo y angustiado por la situación.
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El evaluador calmó al pequeño, recogió toda la información sobre la ubicación y coordinó la asistencia con personal de salud, que brindó soporte médico telefónico al menor, mientras que la ambulancia acudió al sitio y trasladó a la mujer de 31 años hasta un hospital, donde recibió atención especializada por parte de los médicos; quienes lograron salvar su vida.
“Estos seres humanos maravillosos han sido protagonistas y a través de alertas que nos han dado los niños al 9-1-1 hemos podido tener procedimientos de manera oportuna; alertas tempranas que nos han permitido salvar vidas”, enfatizó la autoridad.
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En otros audios grabados se escuchan las tiernas voces de niños —que con la inocencia propia de su edad— han ayudado para que una emergencia se atienda gracias a su reporte, que permitió la activación de las unidades de seguridad, control y socorro más cercanas.
Uno de estos casos sucedió en Quito, un niño 7 años reportó que se encontraba solo en su domicilio. En la grabación, se evidencia la perspicacia e ingenio del pequeño Nicolás para informar sobre su situación y la oportuna atención de la evaluadora del ECU 911. En otras llamadas, los menores alertan sobre situaciones de violencia relacionadas con sus progenitores.
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Los padres son los primeros responsables de formar, cuidar y proteger a los niños y adolescentes y es necesario que se les instruya sobre el uso del 9-1-1, es importante que cuando llamen sepan cuál es la emergencia, dónde se encuentran, una referencia del lugar y sus nombres. No se debe denominar a la línea de emergencias como novecientos once, esto confunde especialmente a los niños, se lo debe llamar 9-1-1 (nueve - uno - uno). El 11 no existe en el teléfono, el 9 y el 1 sí.
Los operadores del ECU 911 cuentan con capacitación en derechos humanos, primeros auxilios psicológicos, contención emocional… para atender este tipo de emergencias y convertirse en la primera voz de apoyo para quienes experimentan situaciones de agresión o riesgo.
Lo ideal sería que este tipo de emergencias no se produzcan, pero lastimosamente la realidad es otra; por eso es responsabilidad de la sociedad en su conjunto velar por la integridad física y psicológica de nuestros niños y adolescentes.
Fuente Ecu 911